Me pongo los audífonos, le pico a mi playlist de Spotify #GirlOnFire y decido que quiero concentrarme en escribirte este artículo del que creo, pocos hablan, o tal vez muchos, no lo sé. Lo único que sé, es que ayer estaba en un momento de bajoneo total #PaQuéNací que me hizo hablar del tema y contarte en Instagram que no, no estaba bien de ánimo y ¿sabes? ¡Se vale!
Vemos tantos momentos re felices en las redes sociales, mostramos nuestra mejor cara, la mejor ropa, el mejor momento, lo mejor de lo mejor, todo es felicidad y el mundo es color de rosa y los pajaritos cantan y el mundo es feliz… Guess what?! Eso no siempre pasa y NO es real todo el tiempo.
Detrás de la foto bonita, de la sonrisa de oreja a oreja, del beso romántico y de todo lo maravilloso que se ve; también hay días malos, días de tristeza, días de enojo y días donde la vida puede darte un golpe de realidad, y entonces entras en pánico y no hallas ningún botón de auxilio para que alguien venga a rescatarte.
Pero bueno, ya sé, exageré un poquito, pero ¿a quién no le pasa? Hay días donde de plano no te sientes bien y hoy quiero decirte: ¡Está bien no sentirte bien todo el tiempo! Qué más desearía para ti que verte siempre feliz, pero ¿sabes?, la vida pasa y pasa bonito, pasa de golpe y es una montaña rusa de emociones y de grandes lecciones.
Cuando estamos tristes o nos sentimos mal, por lo general escuchas: ¡No llores! ¡No estés triste! ¡No pasa nada! Pero tú sientes adentro un remolino de emociones y que en cualquier momento vas a estallar y créeme, de nada te ayuda guardarte todo e intentar hacerte la fuerte. Con un chasquido de dedos no va desaparecer todo eso que sientes.
¡Se vale sentir! Se vale chillar, se vale estar triste, se vale abrazar ese sentimiento, reconocerlo, saber que está ahí, meditar y entender por qué está ahí. Pero también se vale levantarse, seguir y motivarse. Tampoco puedes vivir en ese estado de #PorQuéAMí siempre. Claro, lleva su tiempo volver a agarrar el ritmo, pero sí, eres más fuerte de lo que crees y estoy segura lograrás salir de eso.
Y si no sabes cómo motivarte o qué hacer para sentirte mejor cuando estés toda tristita, aquí te voy a dar unos tips buenísimos de cosas que aplico para cuando no tengo el mejor ánimo del mundo, pero que me ayudan a retomar la energía, las ganas y llenarme de amor.
1. LEE UN LIBRO QUE TE MOTIVE
Calling 911… ¿Me da su mejor libro motivacional por favor? ¡Me urge!
Sí, así como lo oyes, ten a tu lado un libro que te haga motivarte, que te llene de puro power y te haga sentir invencible, aunque ya lo hayas leído mil veces, luego te llegan esos mensajes que necesitas escuchar por el momento en el que te encuentras y entonces pum! Ves ese libro con otros ojos y estoy segura que te vas a sentir mejor.
Aquí te dejo mi ahora top 3 de libros que hacen sentirme wow en mis peores días:
- “The Motivation Manifesto” (Brendon Burchard) - está in inglich jajaja
- “Mi Filosofía del Triunfo” (Michael Jordan) - Sí está bueno, lo juro
- “Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes” (Elena Favilli)- Puro #GirlPower
2. ACTIVA TU RISA
Ay Clau, ¡te estoy diciendo que estoy triste y tú quieres que me ría!...
Sí, así es, y mucho ¡mucho! Ponte a ver memes, vídeos chistosos, recuerda un chiste o un momento gracioso que hayas tenido, pero trata de reírte. Nuestra mente es tan poderosa y nuestro cuerpo tan sabio, que interpretan y sienten de eso que los alimentas. Así que si te ríes, tu cuerpo producirá las benditas endorfinas que tanto te hacen bien.
¡Ay sale bye con tu explicación científica Clau!
Ok, ok, más sencillo: ¡La risa aleja la mala energía! Sirve que igual y hasta contagias a alguien y te da uno de esos ataques incontrolables que van a hacer que te sientas mucho mejor ¡sin duda!
3. RECUERDA TU POR QUÉ EN ESTA VIDA
Pero Clau, ni si quiera sé que hacer de mi vida.
Tener un propósito no es solo saber qué carrera tomar, en qué trabajo estar o basarlo en el amor de tu vida. El propósito es aquello que te hace levantarte, seguir y querer comerte al mundo ¡Son tus pasiones! Puede que ahora lo tengas claro o no, pero un propósito puede ser desde tu perrito hasta escribir un libro. Todo cuenta. Solo necesitas preguntarte ¿qué es aquello que te genera mariposas en la panza y te saca una gran sonrisa? Recuérdalo y sí, sonríe, porque a veces parece que tenemos la nube gris arriba de nuestras cabezas, pero en realidad, solo tenemos que soplarle para que salga el sol jajaja #LaCursi
4. TOMA TIEMPO PARA TI Y HAZ ALGO QUE TE GUSTE
Todos nos motivamos de diferentes formas, pero encontrar una actividad por muy sencilla que sea, donde te des tiempo a ti, te puede ayudar a levantarte ¿Y si te cortas el cabello? ¿Y si vas a que te den un masaje? ¿Y sí vas a casa, pones tu música a todo volumen y cantas y bailas? ¿Y si llegas a abrazar a tu mascota? ¿Y si sales a caminar? ¿Y si haces ejercicio?
Cualquier cosa es válida, busca ese espacio para ti, por ti y para ti.
5. HELLO? NECESITO CONTARTE ALGO
Sí, hablar ayuda, siempre de los siempres. Así que como decía el canal 5: ¡Cuéntaselo a quien más confianza le tengas! jajajaja. Habla con una amiga, tu mamá, la pared, el perico, tu perrito, con quien quieras, pero sácalo, no lo guardes, te vas a sentir más liberada. Esa sensación de que alguien te escucha, te va a dar mucha paz y algo de alivio para todo lo que traes adentro.
Esos son algunos tips, seguro tú tienes otras cosas que te levantan el ánimo y te hacen llenarte de todo el power, pero espero esto te ayude en “esos días” cuando a tu corazón le hace un falta un poquito de alegría macarena. Y si no sabes por dónde empezar, hazle como yo: con un pan tostado y mi crema de cacahuate favorita ever M de Maní y plátano jajaja.
Y por si nadie te lo ha dicho hoy: Yo te quiero, te admiro y sé que vas a salir de esta ¡Te abrazo desde acá!
LOVE, LOVE, LOVE. Tu amiga y coach Clau.