Cuánto tiempo pasa del día o de la semana sin que te digas: Estoy gorda, me veo horrible, hoy el cabello no se me acomoda, me chocan mis piernas, mejor me visto de negro, ojalá estuviera más alta, etc., etc.
Si eres la excepción, en serio me paro de pie, porque hoy en día está cañón escuchar a alguien que realmente esté feliz con su cuerpo.
Hace un par de días estaba en la lavandería y escuchaba a dos chavas platicando sobre dietas y sobre una de sus amigas que estaba tomando agua con no sé qué para perder peso rápido. Y hace una semana pasando por un café, escuché a otras chavas hablando de que la ropa no les queda bien y hace un mes recuerdo mucho que en el super, iban platicando otras chavas atrás de mí, diciéndole una a la otra que sí en efecto, estaba gorda y que ya le urgía ponerse a dieta.
Si hicieras cuentas, ¿cuántas veces te dices que estás gorda comparado con un “me encanta mi cuerpo”?
Bueeeno, no te sientas mal, no es tu culpa, sí, no es tu culpa que todo el tiempo estés pensando en eso.
Estamos tan rodeadas del típico canon de belleza, que nos olvidamos que ésta viene en diferentes formas y tamaños. Solo que ahora se ha distorsionado demasiado.
El otro día leía sobre el marketing de la moda. Y con esto, no solo me refiero al anuncio que ves en internet, en la calle o donde sea, sino directo en las tiendas y en la ropa misma ¡photoshop es cosa del pasado!
Cuando una marca quiere que compres su ropa a como de lugar, también modifican la luz de los probadores, el tipo de espejo y hasta el espacio o el color de la cortina para que ahí, la ropa se te vea de maravilla y pienses que te hace ver más delgada o más alta, etc. ¿Apoco no te ha pasado que te pruebas cierta prenda en la tienda, la compras y después, ya no te gusta cómo se te ve?
Alguna vez leí un artículo donde las marcas de moda cada vez están haciendo la ropa más grande, aumentan un poco las tallas y juegan con nuestros sentimientos ¡así como lo oyes! ¿Cómo funciona esto? Una talla chica la hacen más grande y le siguen llamando chica ¿pooooor? Para que cuando te la pruebes digas: ¡sigo siendo talla chica! y entonces, te lleves la prenda. Claro que eleva nuestra autoestima, pero no pasa en todos lados y caemos en el juego que la marca quiere.
Cada día escucho a amigas, conocidas y otras mujeres que dicen: voy a ser feliz hasta que baje de peso, y desafortunadamente, eso es lo que nos lleva a muchas a hacer dietas o buscar los milagros para perder peso rápido y entonces sí, amarnos. Pero en el proceso, vamos lastimando nuestro cuerpo, no sólo física sino emocionalmente, tratando de cubrir algo más grande que no sabemos cómo atacar: nuestro amor propio.
¿Por qué no somos felices antes? ¿Por qué no desde ahora? Lo ideal sería dejar de odiar tu cuerpo hoy, para hacer cambios positivos para ti y que no esperes alcanzar un imposible, sino que alcances lo que tú necesitas y tu cuerpo necesita. Pero no hay una solución mágica, pues depende de ti y solo de ti.
También pasa lo contrario, cuando una marca se atreve a resaltar la belleza real, puede ser criticada o muy amada. Y cuando es criticada, muchas veces es más por mujeres que por hombres ¿Por qué no estamos contentas con nada? Las opiniones se dividen, unas aman saber que hay marcas que cada más ven la belleza en nuestra naturaleza, y otras tantas que les desagrada porque no sigue el típico molde de belleza.
¿Has escuchado el dicho: mujeres empoderadas, empoderan mujeres? ¿Qué pasaría si hoy le dices a tu amiga que siempre te dice que está gorda que se ve hermosa? ¿Qué pasaría si hoy te dices a ti, al menos una cosa buena? En este momento ¿Qué te gusta más de ti?
Cada que pienses en todo lo negativo que crees de ti misma, porque sé que va a pasar y no es tan fácil dejar a un lado la autocrítica destructiva, haz este ejercicio: si hoy te dices -estoy gorda-, ok ya lo dijiste y ni modo, pero en seguida di también una cosa buena, por ejemplo, -pero hoy mi cabello se ve hermoso- ¿Cómo te sentirías? Poco a poco ve aumentando el número de cosas positivas que te dices y nota los cambios en tu cuerpo, porque no es ninguna receta mágica, se llama amor.
Somos como plantitas, absorbemos todo lo que nos decimos. Para no marchitarte, intenta alimentarte de cosas lindas y ayuda a otras mujeres a que sepan lo maravillosas que son. Recuerda: Mujeres empoderadas empoderan a otras mujeres.
Vamos a apoyarnos entre nosotras, hacernos más fuertes y dejar de criticarnos la una a la otra. Construyamos un nuevo canon de belleza, una nueva cultura, una donde nos amemos más y donde aceptemos que nuestras diferencias y rasgos únicos, nos hacen increíblemente hermosas.
LOVE, LOVE, LOVE. Tu amiga y coach Clau